Son un amigo, un compañero de alegrías y también de momentos tristes, en los que al acariciarlos la oscuridad se hace un poco más clara.
Hay seres que se hacen mu muy especiales para nosotros, por eso cuando por el motivo que sea los perdemos, nos quedamos solos y vacíos...
Una de mis mejores amigas perdió trsitemente a su cobayita, la preciosa Courtney.
No hay nada peor que ver como una persona tan buena y a la que se quiere tanto lo pasa mal por la ausencia de su mascota, así que decidí hacer algo para intentar llenar ese vacío que seguro sentía. Así que echándole imaginación, me lancé a la aventura de hacerle un colgante con una Courtney de arcilla polimérica. Aunque nunca podré plasmar esos bigotitos y esa preciosura, al menos lo intenté.
Ahora toca recordarla y sonreír. :-)
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